El objetivo de un curso de iniciación es controlar el  kite tanto en tierra como en agua, sentirse seguro (por uno mismo y por los que están alrededor) y salir a navegar. En definitiva, ser autónomo al 100%. El ritmo de aprendizaje depende mucho de cada uno, de sus condiciones fÃsicas, de saber escuchar y prestar atención,  independientemente del viento o del material.
El curso se estructura en dos fases, la de tierra, donde se  aprende a controlar el kite y sus sistemas de seguridad (se harán ejercicios como la ventana de  vuelo, áreas de potencia, arnés, freno-potencia...); y la etapa de agua, cuando ya está todo controlado, con otro tipo de maniobras (body-drag, self rescue, water-start).
En condiciones normales, tres dÃas de clase con tres horas  diarias, deberÃa ser suficiente para poder darte unos  primeros paseos por el mar.